Con motivo de la Novena Feria del Libro en Buenos Aires, dedicada a la palabra escrita, el diario La Prensa formula a algunos de nuestros escritores estas preguntas:
1. La relación del escritor con la palabra escrita: a) en general, b) en su caso particular.
Creo que la literatura es más misteriosa que la música. Siendo de algún modo música —lo que Bernard Shaw llama “música de palabras”—, es también otras cosas, ya que puede referir un cuento, puede señalar millares de ideas.
La relación del escritor con la palabra es en mi caso una relación que no sé si puedo definir. Ahora yo trato de respetar el lenguaje. Además pienso en mi comodidad y en la comodidad del lector y trato de usar las palabras más sencillas, palabras que no obligan al lector a interrogar el diccionario. Stevenson dijo que en una página bien escrita todas las palabras deben mirar hacia el mismo lado.
Creo también que cada lenguaje es un modo de transmitir el Universo. Cuando escribo y se me ocurre algo, siempre lo recibo con sorpresa como si esa palabra útil en ese momento fuera un don, un regalo.
2. La palabra en el mundo de hoy: a) ¿hay desvalorización de la palabra escrita con respecto a la imagen?, b) ¿cree usted que se está produciendo un vaciamiento del sentido de las palabras?
La gente se pasa el día entero viendo imágenes no demasiado hermosas y oyendo palabras disparatadas. Si uno lee tiene más tiempo para pensar, lo que es hermoso. Pero la gente prefiere oír.
Se ha exagerado tanto que las palabras han perdido sentido y hasta llegamos al disparate de que la palabra “bárbaro”, se use como elogio. Cuando alguien habla en francés uno oye matices. Aquí cuando la gente habla uno oye simplemente palabras hostiles o palabras favorables. Tendemos al lenguaje interjectivo. Me cuentan que en otros países también las palabras están perdiendo valor. Quizá sea uno de los signos de lo que Spengler llamó “la declinación de Occidente”.
3. La palabra como fijación de emociones e ideas: a) ¿qué encontró usted en los libros?, b) como hipótesis para el futuro, ¿cree en la posibilidad de una literatura cibernética?
Yo he encontrado casi todo en los libros. No sé si soy un buen escritor o un mediocre escritor pero creo que soy un buen lector, es decir un lector atento a las sugestiones del texto, a lo que no se ha dicho, pero que puede leerse entre líneas, y quizá un buen crítico. Emerson dice: “Una biblioteca es como un gabinete mágico que está lleno de espíritus que duermen en los libros”. Un libro es una cosa entre las cosas. Pero cuando alguien abre un libro y lo lee con unción y con generosidad, entonces resucita Heráclito, resucita Quevedo, y para nosotros resucita Emerson también.
Que en el futuro haya una literatura cibernética me parece una hipótesis melancólica. El libro es necesario. Conviene no ver a la literatura como juego combinatorio. Conviene pensar que todo texto tiene que estar respaldado por la emoción, si no no tiene ningún valor.
Luego, en Textos Recobrados 1956-1986 (2007)
Edición al cuidado de Sara Luisa del Carril y Mercedes Rubio de Zocchi
Emecé, Buenos Aires (2003)
Foto: Borges durante una disertación en San Fernando, mayo de 1985