13/11/17

Jorge Luis Borges: Épica








Hay muchas personas, por ejemplo, que van al cine y lloran. Es algo que siempre sucede. A mí también. Pero nunca he llorado en las escenas lacrimosas, o en los episodios patéticos. Pero, por ejemplo, cuando vi por primera vez las películas de gángsters de Sternberg, recuerdo que cuando ocurría algo épico —es decir, gángsters de Chicago que morían valientemente— mis ojos se llenaban de lágrimas. He sentido más la poesía épica que la lírica o la elegíaca. Es algo que siempre me ha sucedido. Tal vez se deba a que desciendo de una familia de militares. Mi abuelo, el coronel Borges, luchó en las guerras de frontera contra los indios y murió en la revolución del 74; mi bisabuelo, el coronel Suárez, estuvo al mando de un regimiento de caballería colombiana y peruana en una de las últimas batallas contra los españoles; otro tío abuelo mío condujo la vanguardia del ejército de los Andes —en fin cosas así… Todo esto me liga a la historia argentina y también a la idea de que un hombre debe ser valiente.

Creo que en lo que concierne a la poesía épica o a la literatura épica más bien —si exceptuamos a escritores como T. E. Lawrence, en sus Siete pilares de la sabiduría, o algunos poetas como Kipling, por ejemplo en «Harp Song of the Dane Women» o incluso en sus cuentos— creo que, mientras nuestros hombres de letras parecen haber descuidado sus deberes con la épica, la épica, en nuestro tiempo, ha sido salvada para nosotros, de manera extraña, por los westerns (…).

En este siglo, como dije, la tradición épica ha sido salvada para el mundo, insólitamente, por Hollywood.  Cuando  fui  a  París,  sentí  ganas  de escandalizar a la gente y cuando me preguntaron —sabían que el cine me interesaba, o que me había interesado, porque ahora veo muy poco— me preguntaron: «¿Qué clase de películas le gustan?» Y yo contesté: «Francamente, lo que más me gusta son los westerns». Eran todos franceses y todos opinaron como yo. Me dijeron: «Por supuesto, vemos películas como Hirosima, mon amour o El año pasado en Marienbad por un sentimiento del deber, pero cuando queremos sentirnos realmente a gusto, vemos películas norteamericanas.»

Christ, 1970 




En Borges A/Z 
A. Fernández Ferrer y J. L. Borges (1988)
Fotografía de Leonardo Zavattaro, Borges en la biblioteca de su casa Vía Clarín
Al pie: Portada del libro Borges A/Z  
Colección La Biblioteca de Babel


No hay comentarios.:
Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...