Borges todo el año

En los sueños (escribe Coleridge) las imágenes figuran las impresiones que pensamos que causan; no sentimos horror porque nos oprime...

Quiera Dios que la monotonía esencial de esta miscelánea (que el tiempo ha compilado, no yo, y que admite piezas pretéritas que no m...

…En aquel imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el ...

    Harto de su tierra de España, un viejo soldado del rey buscó solaz en las vastas geografías de Ariosto, en aquel valle de la l...

    Nada. Sólo el cuchillo de Muraña.     Sólo en la tarde gris la historia trunca.     No sé por qué en las tardes me acompaña  ...

     Lejos del mar y de la hermosa guerra,      que así el amor lo que ha perdido alaba,      el bucanero ciego fatigaba      los...

Está bien que se mida con la dura sombra que una columna en el estío arroja o con el agua de aquel río en que Heráclito vio...

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar, hay una calle próxima que está vedada a mis pasos, hay un espejo que me ha v...

El hombre llegó del sur de Inglaterra en un amanecer del invierno de 1877. Rojizo, atlético y obeso, resultó inevitable que casi todo...

Magnus Barfod, en el año 1102, emprendió la conquista general de los reinos de Irlanda; se dice que la víspera de su muerte recibió e...

Dóciles medias los halagan de día y zapatos de cuero claveteados los fortifican, pero los dedos de mi pie no quieren saberlo. No le...

  Imaginemos que en Toledo se descubre un papel con un texto arábigo y que los paleógrafos lo declaran de puño y letra de aquel...

   De esta ciudad salieron ejércitos que parecían grandes y que después lo fueron por la magnificación de la gloria. Al cabo ...

No rendirán de Marte las murallas a éste, que salmos del Señor inspiran; desde otra luz (desde otro siglo) miran los ojos, qu...

El círculo del cielo mide mi gloria. Las bibliotecas del Oriente se disputan mis versos. Los emires me buscan para llenarm...

Sin lástima y sin ira el tiempo mella  las heroicas espadas. Pobre y triste  a tu patria nostálgica volviste,  oh capitán, para ...

A. –Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las car...

El vago azar o las precisas leyes que rigen este sueño, el universo, me permitieron compartir un terso trecho del curso con Al...

Nada o muy poco sé de mis mayores  portugueses, los Borges: vaga gente  que prosigue en mi carne, oscuramente,  sus hábitos, rigo...

Ni aquella tarde ni la otra murió el ilustre Giambattista Marino, que las bocas unánimes de la Fama (para usar una imagen que ...