¡Cuántas posibles vidas se habrán ido
en esta pobre y diminuta muerte,
cuántas posibles vidas que la suerte
daría a la memoria o al olvido!
Cuando yo muera morirá un pasado;
con esta flor un porvenir ha muerto;
en las aguas que ignoran, un abierto
porvenir por los astros arrasado.
Yo, como ella, muero de infinitos
destinos que el azar no me depara;
busca mi sombra los gastados mitos
de una patria que siempre dio la cara.
Un breve mármol cuida su memoria;
sobre nosotros crece, atroz, la historia.
*Dedicado a la memoria de su sobrina nieta Angélica de Torre,
fallecida ahogada en noviembre de 1974, a los cinco años de edad
[Nota de Florencia Giani]
fallecida ahogada en noviembre de 1974, a los cinco años de edad
[Nota de Florencia Giani]
En La rosa produnda (1975)
Foto: Borges en su casa, 1978