10/2/16
Jorge Luis Borges: Mil novecientos veintitantos
La rueda de los astros no es infinita
y el tigre es una de las formas que vuelven,
pero nosotros, lejos del azar y de la aventura,
nos creíamos desterrados a un tiempo exhausto,
el tiempo en el que nada puede ocurrir.
El universo, el trágico universo, no estaba aquí
y fuerza era buscarlo en los ayeres;
yo tramaba una humilde mitología de tapias y cuchillos
y Ricardo pensaba en sus reseros.
No sabíamos que el porvenir encerraba el rayo,
no presentimos el oprobio, el incendio y la tremenda noche de la Alianza;
nada nos dijo que la historia argentina echaría a andar por las calles,
la historia, la indignación, el amor,
las muchedumbres como el mar, el nombre de Córdoba,
el sabor de lo real y de lo increíble, el horror y la gloria.
En El hacedor (1960)
Foto Jorge Aguirre
Borges en la Plaza San Martín
Buenos Aires, década del '60
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