14/5/17

Jorge Luis Borges - María Kodama: Un diálogo anglosajón del S.XI






Aquí se cuenta cómo Salomón y Saturno midieron su sabiduría. 
Saturno le dijo a Salomón:
—Dime dónde estaba Dios cuando hizo las cielos y la tierra.
—Yo te digo que estaba sobre las alas de los vientos.
—Dime qué palabra salió primero de la boca de Dios.
—Ya te digo que fue Fiat lux et facta lux.
—Dime por qué el cielo se llama cielo.
—Yo te digo que porque cela todas las cosas que están abajo.
—Dime qué es Dios.
—Yo te digo que es el que tiene todas las cosas en su poder.
—Dime en cuántos días creó Dios a todas las criaturas.
—Yo te digo que en seis días creó Dios a todas las criaturas. El primer día hizo la luz; el otro, a las criaturas que guarda el cielo; el tercero, el mar y la tierra; el cuarto, las estrellas del cielo; el quinto, los peces y las aves; y el sexto, las bestias y los ganados y a Adán, el primer hombre.
—Dime cómo fue hecho el nombre de Adán.
—Yo te digo que con cuatro estrellas.
—Dime cómo se llamaban.
—Yo te digo que Arthox, Dux, Arotholem, Minsymbrie.
—Dime con qué material fue hecho Adán, el primer hombre.
—Yo te digo que con ocho libras.
—Dime de qué.
—Yo te digo que la primera era una libra de polvo y con ella se hizo su carne; la otra era una libra de fuego y por eso la sangre es roja y caliente; la tercera era una libra de viento y así el aliento le fue dado; la cuarta era una libra de nube y con ella se hizo la flaqueza de su ánimo; la quinta era una libra de gracia y así la mente y el pensamiento le fueron dados; la sexta era una libra de flores y por eso hay tantos colores de ojos; la séptima era una libra de rocío y así le fue dado el sudor; la octava era una libra de sal y por eso las lágrimas son saladas.
—Dime los años de Adán cuando fue creado.
—Yo te digo qué tenía treinta años.
—Dime qué estatura tenía Adán.
—Yo te digo que ciento dieciséis pulgadas.
—Dime cuántos inviernos (años) habitó Adán en este mundo.
—Yo te digo que vivió novecientos inviernos y treinta inviernos en el trabajo y las aflicciones, y luego fue al infierno, y en ese cruel castigo padeció cinco mil inviernos y doscientos inviernos y veintiocho inviernos.



Nota

Salomón, en el diálogo es el maestro; Saturno, el discípulo que recibe con pareja pasividad las contestaciones triviales y las contestaciones de índole mágica. Al cabo de los siglos, da en rebelarse y se transforma en el insolente Marcul. Escribe Groussac: "En los folklores medievales, el sabio Salomón va seguido siempre de un acólito, Marcul, encargado de encontrar un reverso irónico a las nobles máximas del primero" (Crítica literaria, pág. 39).
La adición de las palabras del relato a las palabras de Dios deja suponer que el autor no sabía latín.
Los nombres de las estrellas corresponden a los nombres griegos de los cuatro puntos cardinales.
La cifra treinta, o de treintaitantos, se acerca al punto meridiano del arco que la vida humana describe; su término normal, según la Escritura (Psalmos 90,10) es de setenta años. También coincide con la edad en que muere Jesús, el último Adán. Un escolio rabínico declara que Adán, como Eva, fue creado a los veinte años.
La precisa cronología de Adán atareó a la Edad Media. Los datos del anónimo anglosajón pueden complementarse con otros, que miden su estadía en el Paraíso. Dante (Paradiso, XXVI, 139-142) la limita a siete horas; el Talmud, a doce, distribuidas de esta manera: "En la primera hora se juntó el polvo con que Adán fue amasado; en la segunda se hizo con este polvo una materia informe; en la tercera fueron delineados los miembros; en la cuarta le insuflaron un alma; en la quinta Adán se puso de pie; en la sexta puso nombres a las criaturas; en la séptima recibió a Eva como mujer; en la octava se acostaron dos y se levantaron cuatro (Caín y su hermano); en la novena le fue prohibido el fruto del árbol; en la décima pecó; en la undécima fue juzgado y condenado; en la duodécima fue arrojado del Paraíso."
Debemos esta cita a las curiosas anotaciones que Longfellow agregó a su versión inglesa de la Comedia, publicada en 1867.




En Breve antología anglosajona (1978)
En colaboración con María Kodama


En Obras completas en colaboración
© María Kodama, 1995
© Emecé Editores, 1979, 1991 y 1997
Barcelona, 1997
A esta edición corresponde el paginado (sin más data) citado en las Notas

Foto: Manos de Kodama y Borges - Paris, 1984
© Ferdinando Scianna/Magnum Photos



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