Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.
En Fervor de Buenos Aires (1923)
©1995, 1996 María Kodama
©2011 Random House Mondadori
©2016 Buenos Aires, Penguin Random House Grupo Editorial S.A.
Poema excluido en Textos recobrados 1919-1929
Incluido en J.L.B. Obras completas I (1923-1949) 2ª ed.
Buenos Aires, Sudamericana, 2016
Imagen: Portada de la edición ilustrada por Pablo Racioppi para el 90° aniversario de la primera edición
de Fervor de Buenos Aires (Editor Pedro Tabernero, Sevilla, Grupo Pandora, 2013) [+]