A Maurice Claude*
Cuántas noches maduras
se desgajaron sobre nuestras frentes hermano
Fuimos abriendo como ramas las calles
Nuestras risas rodando se rompieron
frescos juguetes en los cristales del fondo
Tus manos beben el cercano silencio
Las melopeas
El piano late como un torrente enyugado
Tus manos arden en la luz de los sones
Alguien
junto al farol decapitado
ha de ceñirnos un collar de estepas
*Según el investigador Carlos García, que ha consultado la correspondencia de Borges con Sureda, Maurice Claude sería el seudónimo de Maurice Abramowicz
Borges ha recordado a Maurice Abramowicz en dos páginas antológicas publicadas en Los conjurados, Buenos Aires, Emecé Editores, 1996
En Grecia, Madrid, Año 3, N° 46, 15 de julio de 1920Luego en Textos Recobrados 1919-1929 (2007)
Facsímil de la primera publicación del poema
Y portada del número 46 de la revista Grecia