El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsalia, al pensar: Hoy es la batalla.
El alivio que habrá sentido Carlos Primero al ver el alba en el cristal y pensar: Hoy es el día del patíbulo, del coraje y del hacha.
El alivio que tú y yo sentiremos en el instante que precede a la muerte, cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo.
En Los conjurados (1985)
Foto: Palermo, Sicilia, Kodama y Borges riflessi in uno specchio durante una visita
a Palazzo dei Normanni ©Ferdinando Scianna / Magnum Photos
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