Come en casa Borges. Bioy: «Dentro de doscientos
años nadie vinculará la Iglesia con el más allá. Está en un no muy
perceptible, pero sí firme, proceso». Borges: «¿Doscientos años? ¡Mucho
antes! Está convirtiéndose en una institución como la UNESCO». Bioy:
«La indulgencia prueba indiferencia e incredulidad. En cuestiones que
nos importan somos fanáticos. En literatura, por ejemplo...» Borges:
«Es claro. Sabemos, aunque no podamos razonarlo, que Los crepúsculos
del jardín es un buen título y no nos avenimos a considerar que La canícula del jardín, aunque también tenga un esdrújulo, sea equivalente. Las diferencias teológicas contaban cuando la gente creía. Muy pronto la teología desaparecerá». Bioy: «Dentro de su religión, me parece más
consecuente Torquemada que el Paulo [VI] actual. Yo creo que han clausurado
el infierno y jubilado al diablo, que fueron alguna vez creíbles;
mantienen el cielo, que nunca nadie imaginó. Le han dado la espalda, como hombres de mundo sin tonterías, a la magia; fueron, durante siglos,
magos inoperantes; hoy ya están libres de la simulación —a quien
la reclama, tildarán de ingenuo— y se mantienen como facción política
y como burocracia. ¿La fe de los simples? Permanecerá (más o menos)
incólume, como la fe en Boca Juniors o en cualquier otro equipo de fútbol,
cuyos jugadores ya no son del barrio, ni siquiera del club, pues los
clubs compran y venden a sus jugadores. ¿Estas circunstancias debilitan
el apoyo de los partidarios? De ningún modo. Los creyentes aplauden la
evolución como prueba de que la Iglesia está viva y es moderna». Borges:
«Ahora, que la Iglesia está tan liberal, ¿representarían una pieza en que
un personaje muriera con el nombre de Tocrís en los labios?» Propone
variantes: «Era una basura, pero al morir pronunció el nombre de Gardel,
de Mahoma, de Odín, de Júpiter, de Neptuno, de galletitas Express»
(Cf., en Samuel Butler, el que pidió la Polca Original).1 Cita a Xul: «Una
neo-belleza me dijo que en su casa tenía un Buda: era un billiken»2
Está un poco obsesionado con el Segundo Premio Nacional de Literatura
a Susana Bombal, a quien sus amigas (quienes la conocen) llaman
Susana Abombada. Dice que, comparada con Susana Bombal, Adela Grondona
es —en cuanto a la erudición— una suerte de Renán. Borges:
«Este premio, hasta ahora, confería alguna dignidad. Ahora hace juego
con el resto del país». Dice que Susana, en lugar de estar agradecida, a
quien quiera oírla explica que Marasso y Leónidas de Vedia, como académicos,
no se atrevieron a preferirla a Giusti, que es académico: por eso
le birlaron el primer premio. Borges: «Lo que dice puede ser justo, pero
ella no puede decirlo, porque no lo sabe: nunca leyó a Giusti, nunca leyó
a nadie. Susana opina que su premio fue "un acto de justicia". Si me pide
que en el banquete le ofrezca la demostración, le digo que el médico me
prohíbe hablar en público. O mejor: que entre los descartados están Peyrou
y Silvina Bullrich. O simplemente: que ese premio siempre se dio a una
obra, y que me parece mal que esa norma no se haya respetado». Bioy: «Va
a ser desagradable». Borges: «Si no le gusta, ¡qué me importa!» Bioy: «Nada. Pero en el momento en que se lo digas sentirás una leve conmoción». Borges: «Sí. No me gusta decir cosas desagradables». Bioy: «Y para
decirlas hay que enojarse un poco. Después uno queda disgustado».
Notas
1. Butler [«Supreme Occasions». In: Note-Books (p. 1912)] observa «men are seldom more commonplace than on supreme occasions». Como ejemplo, cita a un viejo caballero que, en su lecho de muerte, insistía en que tocaran para él «the original polka». Comenta que «it isa mistake to expectpeople to rise to the occasion unless the occasion is only a little above their ordinary limits».
2. Antigua divinidad china, suerte de providencia que disponía el saludable orden de las cosas. Estuvo de moda en la Europa de principios del siglo xx; tras la Gran Guerra, desapareció. Ms Rosa Oliver lo describe como una «mezcla de Buda y enano, hecha en USA» [OLIVER (1969):51].
En Bioy Casares, Adolfo: Borges
Edición al cuidado de Daniel Martino
Barcelona: Ediciones Destino ("Imago Mundi"), 2006
Imagen: Borges y Adela Grondona en la puerta del Hotel Salta [detalle - fotoperiodismo] (Salta, ca. 1970)
Cortesía de Luciano Tanto
Cortesía de Luciano Tanto
Dios, qué invento...
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