Crucificados en el tiempo
callábamos a lo largo de los ponientes gastados
que nos miraban con sus viejos ojos de ofidio,
y nuestros labios eran cicatrices.
Quién desgarró el conjuro.
Asombrada de azul
el alma destechó a los astros la casa
y nuestros corazones fueron guitarras de mil cuerdas
que se desangran hoy
en la otra herida
de sombras y planetas.
En Grecia, Madrid, Año 3, N° 45, 1 de julio de 1920
Luego en Textos recobrados 1919-1929
© María Kodama 1997/2007
© 2011 Editorial Sudamericana
Imagen: Facsímil de la primera publicación del poema
Al pie: Portada del número 45 de la revista Grecia
con grabado en madera de Norah Borges