6/8/14

Jorge Luis Borges: La cierva blanca







¿De qué agreste balada de la verde Inglaterra,
de qué lámina persa, de que región arcana
de las noches y días que nuestro ayer encierra,
vino la cierva blanca que soñé esta mañana?
Duraría un segundo. La vi cruzar el prado
y perderse en el oro de una tarde ilusoria,
leve criatura hecha de un poco de memoria
y de un poco de olvido, cierva de un solo lado.
Los númenes que rigen este curioso mundo
me dejaron soñarte, pero no ser tu dueño;
tal vez en un recodo del porvenir profundo
te encontraré de nuevo, cierva blanca de un sueño.
Yo también soy un sueño fugitivo que dura
unos días más que el sueño del prado y la blancura.



Nota: Versión corregida de los últimos dos versos (en 1976)
Yo también soy un sueño lúcido que perdura
Un tiempo más que el sueño del prado y la blancura.



En La rosa profunda (1975)
Luego Libro de sueños (1976)
Foto: Sara Facio, Festival de la Luz 2012 en Buenos Aires
intervenida por Isaías Garde

1 comentario:

  1. Los últimos versos del poema que publican son de Borges, y fueron siempre esos. Pero hubo una amiga, colega o conocida del poeta que le sugirió esa corrección, y que fue desdeñada por el autor. Una corrección apegada a la retórica pero torpe. Tal vez aquella mujer atendió más de lo necesario el sonído ("también" y "tiempo") que su significado, o a la connotación de la frase "unos días". La palabra "tiempo" es imprecisa; puede tratarse de mucho o poco tiempo. En cambio "unos días" nos sugiere que se trata de "poco tiempo". No me refiriré a las otras palabras sugeridas, que no me da el ánimo. "Sueño lúcido"...¡Dios!

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